Luego
de anunciar con bombos y platillos su moderno centro de cómputos con el propósito
de disipar una de las más grandes olas de críticas que recibía Hipólito Mejía,
luego de que éste diera una de sus más grandes y solemnes “metidas de pata”, al calificar de pelafustanes a los jueces de
la Suprema y acusar de ladronas a las trabajadoras domésticas, una vez más el PRD demostró su desesperación y
a la vez su conocimiento previo de que
morderían el polvo de la derrota en las elecciones del domingo 20 de mayo.
El
objetivo del anunció era posicionar ese tema en la opinión pública nacional y
de esa manera quitar del ojo del huracán a su debilitado candidato, cuyo vuelo
desde hace meses venia perdiendo altura.
También
se quería fortalecer, los alegatos de Hipólito, de que Junta Central Electoral en se estaría
fraguando un fraude en su contra, argumento que a su vez era secundado por sus
voceros en los programas de televisión y por Participación Ciudadana.
Sin
embargo, el hecho de que la Organización de Estados Americanos (OEA),
estableciera que el registro electoral de la Junta Central Electoral (JCE), era
seguro en un 98 por ciento y que es altamente confiable, enojó mas a quienes le
recomendaron a Mejía que abrazara la bandera de las denuncias de fraude y de
irregularidades en el proceso electoral.
Al
desvanecerse la espuma que generó el anuncio de su centro de cómputos, Hipólito
Mejía arremetió con más fuerza contra los miembros de la Junta Central
Electoral y su presidente Roberto Rosario, al mismo que le envió una carta en
el 2011, felicitándole por el papel desempeñado cuando le ganó la convención de
su partido a Miguel Vargas Maldonado.
A
lo largo de la campaña el Partido Revolucionario Dominicano, hizo grandes inversiones
económicas, y una de ellas fue su centro de cómputos, pero sus técnicos no tuvieron ni siquiera que
prender el centro de cómputos cuando se dieron cuenta que la fiebre no estaba
en la sabana, y que ni con Millones de Chaflán, podían comprar el antídoto para
callar a su candidato y para borrar de la memoria de la población el funesto
recuerdo del gobierno de Hipólito en el cuatrienio 2000-2004.
Es
por ello que, ante la estrepitosa caída que experimentó la candidatura de
Hipólito Mejía, y la inevitable derrota que sufrirá este domingo, por parte de
Danilo Medina, el PLD y los partidos que conforman el Bloque progresista, a su moderno y flamante centro de cómputos,
le ajusta muy bien y casi a la
perfección el refrán popular que se aplica luego de que alguien realiza grandes
esfuerzos para lograr algo y al final no lo consigue : La operación fue un
éxito pero el paciente murió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario